El sol, el estrés, llevar una mala alimentación, la falta de ejercicio, factores genéticos… Todos ellos provocan la pérdida de colágeno y elastina, que son los soportes que mantienen la firmeza. Al ir desapareciendo, la piel se ‘descuelga’ y es cuando se produce la temida flacidez en las piernas, especialmente evidente en las rodillas. Pero, además, la piel de naranja, la celulitis o las varices también son enemigos declarados. ¿Sabes cómo
puedes plantarles cara?
Toma proteínas
Si quieres evitar la flacidez es indispensable que aumentes las proteínas en la dieta, para fortalecer los músculos del cuerpo y dar firmeza a la piel. La carne blanca (pollo y pavo), el pescado blanco, la clara de huevo, las almendras y la soja son tus mejores aliados. Incluye una ración en cada comida.
Exfolia cada semana
La exfoliación es fundamental para lucir unas piernas bonitas. Una vez por semana utiliza los mismos productos que para el resto del cuerpo, aplicándolos con suaves (pero firmes) movimientos circulares y eliminando los restos con agua tibia. Además, para rejuvenecerlas también hay que favorecer la producción de colágeno a través de cosméticos que contengan ingredientes como el ácido glicólico, la vitamina A o el ácido hialurónico.
Hazte automasajes
Aplica los geles o cremas anticelulíticas siempre con masajes fuertes y ascendentes, de abajo arriba y de dentro hacia afuera. Aunque no hacen milagros, debes ser constante, ya que además su uso diario te ayudará a mantener la piel más firme e hidratada. Entre sus activos no puede faltar la cafeína (el principio lipolítico de referencia), que posee un efecto drenante; y el extracto de algas, que evita que se acumule la grasa.
Stop varices
El contraste de temperatura, favorece la elasticidad de las venas y combate la aparición de varices. Date cada día duchas de agua fría y caliente, pero acaba siempre con frío para activar la circulación. Además, procura evitar cruzas las piernas y los tacones de más de 5 centímetros… ya que estimulan la dilatación de las venas.